El precio del aceite vegetal impacta en los negocios de comida rápida y almuerzos

El precio del aceite vegetal impacta en los negocios de comida rápida y almuerzos

En un rincón de su puesto de comidas en el mercado de Santa Clara, en Quito, Rosita guarda con cuidado una botella de aceite con achiote. Lo acaba de comprar hace poco, pero deberá durarle por lo menos 15 días. No está dispuesta a usarlo con la misma frecuencia que antes para los almuerzos que prepara porque se quedaría sin dinero para otros productos que requiere en su cocina.

El alza en los costos de los aceites es un problema para comerciantes como Rosita, cuyo negocio depende del uso diario de este producto.

Según el Índice de Precios al Consumidor, en mayo de este año la inflación del producto llegó al 13,94%. Esto es un problema también para Norma Cuyo, administradora de Salsa Bolón.

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Para sus dos locales en Quito, Norma requiere de 50 litros de aceite por semana ya que su principal línea de ventas son los bolones. Antes de la subida de precios, ella logró abastecerse, pero ahora está ya adquiriendo el producto a USD 48, esto es USD 12 adicionales.

Un problema de producción

En Ecuador, el consumo de aceite comestible está principalmente repartido en cuatro tipos. Son los que provienen de la soya, girasol, pescado y oliva.

Cada habitante utiliza, en promedio, 6,6 litros de aceite de soya al año, 1,8 de girasol, 0,29 de pescado y 0,12 de oliva, según cálculos hasta 2021. El país no los produce; los importa desde 16 naciones.

Los ecuatorianos son muy dependientes de esos productos, pese a que producimos el aceite rojo de palma. De ahí sale una parte para el segmento de comestibles, pero no es suficiente para abastecer la demanda nacional.

Los aceites de soya y girasol son usados para las frituras y preparación de alimentos. Llegan a los usuarios en canecas, botellas y fundas de diferentes presentaciones y volumen. El de pescado se emplea para remedios, balanceados, suplementos nutricionales, entre otras aplicaciones. El de oliva, en cambio, sirve para acompañar ensaladas, carnes y salsas.

La industria nacional no ha visto mermada su provisión pese al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Si bien Ucrania produce la semilla de girasol para procesar el aceite, Ecuador no depende directamente de esa materia prima ya que sus abastecedores principales son Bolivia y Argentin.

Las importaciones totales de aceite de soya crecieron en 21% entre enero y mayo de este año respecto a similar período de 2021. Con el aceite girasol, el aumento fue del 16% en el mismo lapso.

Este comportamiento evidencia que el mercado no está desbastecido, sino presionado por el encarecimiento del producto, de acuerdo con expertos consultados. Óscar Calahorrano, presidente del gremio de palmicultores Propalma, explica que el alza en los costos de los fletes marítimos desde Argentina, por ejemplo, subió en más de 200%, lo cual incide en el incremento unitario del producto.

Medidas para restaurantes

Si sigue escalando el valor de los aceites, Norma estima que a finales de año le tocará incrementar el precio de sus bolones, algo que podría incidir en sus ventas.

Rosita, en cambio, ya subió el costo de sus almuerzos en 50 centavos. Esta es una de las medidas que tomó para que sus ganancias no se desplomen frente al costo de los insumos. Junto a eso, optó por cambiar a una paila pequeña para las frituras y usar manteca vegetal, que es más barata que el aceite a pesar de que su precio está empezando a incrementarse.

En seis restaurantes de almuerzos consultados por este Diario la situación fue similar: los precios se incrementaron hasta en 50 centavos. No pueden dejar de vender frituras porque son las más pedidas por los comensales.

Pero para Diego Vivero, director ejecutivo de la Confederación de Restaurantes del Ecuador, el problema también es de salud pública. Dice que el costo elevado de los aceites lleva a pequeños negocios y huecas a reutilizar el producto, afectando al bienestar del cliente.

La situación

Bolivia  es el principal proveedor de la industria ecuatoriana, con una participación del 81% en las importaciones de aceites cada año. Le siguen Argentina, con 5,8%; Colombia, con 3,5%; Perú, 2,45%, Indonesia, 2% y el resto lo colocan Chile, Paraguay, España, Italia.

El mercado nacional  tuvo a su disposición 115 886 toneladas de aceite de soya y 32 358 toneladas de girasol que provinieron de esos países, el año pasado.

El ministro  de Agricultura y Ganadería, Bernardo Manzano, dijo la semana pasada que se trabaja en una alianza público-privada para poner a disposición del mercado un aceite más barato y de alta calidad para los ecuatorianos de menos recursos.

El aceite vegetal,  según la variedad, tiene incrementos que van desde USD 1 hasta los USD 3. El valor de los aceites vegetales a escala global aumentó en 46,5% en los últimos 12 meses.

Fuente: Diario El Comercio

Diego Ortiz y Bolívar Velasco