Los familiares de presos entregan comida en 20 cárceles tras la suspensión del servicio por la empresa proveedora

Los familiares de presos entregan comida en 20 cárceles tras la suspensión del servicio por la empresa proveedora

Este 1 de mayo se cumplió el primer día sin la entrega de alimentos a 20 cárceles del norte del país. El Servicio de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) no tiene una solución inmediata, puesto que no tiene otro proveedor.

Los 11 400 presos en esos centros de privación de libertad se alimentan con donaciones que entregan sus familiares e instituciones públicas y privadas.

En la cárcel de Bellavista, en Santo Domingo de los Tsáchilas, por ejemplo, hay cerca mil presos. Desde ayer, que conocieron la noticia de la interrupción del servicio, sus familiares se organizaron para llevar comida. Este centro tiene suspendidas las visitas desde enero.

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Los familiares no saben qué comida llevar

La coordinación para la entrega de alimentos se hace por grupos de WhatsApp y llamadas, pero hay dudas porque no saben qué tipo de comida llevar. Un letrero colocado al ingreso advierte que no entreguen dinero en efectivo.

Lo mismo ocurre en la cárcel de Cotopaxi. Hasta ahí llegan camionetas con productos llevados por los familiares. La comida pasa por un filtro de seguridad para evitar el ingreso de objetos prohibidos.

En la cárcel de Tulcán, en Carchi, hay 789 presos. Aquí las donaciones ya se recibían desde hace 15 días, cuando empezó la escasez de alimentos. Solo se sirven dos comidas al día: desayuno y almuerzo.

El personal militar de la Brigada 31 Andes, acantonada en Tulcán, colabora con alimentos de forma voluntaria. Los soldados aportan para comprar quintales de arroz.

La mañana del 1 de mayo hubo 20 quintales de papas en el patio del pabellón de mujeres de ese centro. Mientras tanto, en Quito, los familiares de los presos dejaron la misma tarde insumos en la cárcel del Inca. Reclamaron la falta de información del SNAI para conocer cuándo se reestablecerá el servicio.