LUCHA DE PODERES DENTRO DE LAS CELDAS Y CORRUPCIÓN EN LOS ALTOS MANDOS ES LO QUE SE MIRA EN ESTA SERIE DE NETFLIX  

LUCHA DE PODERES DENTRO DE LAS CELDAS Y CORRUPCIÓN EN LOS ALTOS MANDOS ES LO QUE SE MIRA EN ESTA SERIE DE NETFLIX   

En los últimos meses desde que Guillermo Lasso asumió el poder, su mandato se ha visto marcado por un sin número de manifestaciones sociales, aumento de violencia en las calles, tensión y masacres en las cárceles del país, este último que ha dejado una cantidad considerable de muertos dentro de las celdas. 

Es así como la noche del viernes 12 y la madrugada del sábado 13 de noviembre otro acto de violencia se vivió en los pabellones de la penitenciaría del Litoral, el cual hasta el momento ha dejado 68 muertos y varios heridos, varios medios de comunicación han realizado reportajes de como es el ambiente dentro de la penitenciaría.

Viendo esta realidad, internautas han comparado la situación que se vive en Ecuador, con una serie de Netflix, conocida como El Marginal; en donde se puede observar como en la ficción tratan de recrear los días que pasan los reclusos dentro de las celdas, disputa de poderes, tráfico de drogas, violencia, asesinatos, incluso motines y la corrupción de los altos mandos, recoge esta producción argentina que ha causado furor en las redes luego de los hechos sangrientos que ocurren en las cárceles de Ecuador, llegando al punto que en redes sociales han compartido desde gifs, comentarios y hasta imágenes referenciales a El Marginal

El Marginal es un drama policial que se estrenó en 2016 en la TV Pública argentina. Esta serie de tres temporadas y una cuarta en rodaje, fue un auténtico bombazo en su país, rodeado de buenas críticas tanto en el sector profesional como entre la audiencia, lo que hizo que Netflix adquiriera los derechos para su distribución internacional.

La historia de El Marginal empieza con el ingreso en la prisión de San Onofre de Miguel Palacios, un expolicía con la misión de infiltrarse en una banda muy peligrosa para averiguar dónde se encuentra la hija pequeña de Cayetano Lunati, un importante juez de Argentina que acaba de ser secuestrada. El cometido es sumamente difícil ya que se encuentra en una de las cárceles más peligrosas de todo el país.

Sus creadores, Sebastián Ortega y Adrián Caetano, tienen una gran experiencia tanto televisiva y cinematográfica. Lo curioso es que El Marginal nació a partir de conseguir la localización real. “Me dijeron tenemos el espacio físico conseguido, podemos utilizar espacios dentro de la cárcel de Caseros y a partir de eso estaría bueno armar una ficción”, confesaron sus creadores.

La serie ha sido un éxito nacional e internacional al lograr el Martin Fierro de Oro 2017 y el Premio del Jurado en el Festival de Series de París. Otro logro enorme fue ganar 13 Premios Tato [todo un récord] que cada año entrega la Cámara Argentina de Productoras Independientes de Televisión (CAPIT). Incluso la serie cuenta con una adaptación estadounidense, El recluso, una producción mexicana que se estrenó en 2018 en Telemundo.

El Marginal está protagonizado por Juan Minujín (Dos más dos) en el papel de Miguel Palacios, Martina Gusman (Leonera) como Emma y Gerardo Romano (La fuga) interpretando a Antín. Completan el reparto Carlos Portaluppi, Claudio Rissi, Nicolás Furtado, Cristina Banegas y Emanuel García, entre otros.

Uno de los personajes que más ha cautivado a la audiencia ha sido el de Diosito, interpretado por Nicolás Furtado. Un personaje agresivo muy marcado tanto física como psicológicamente. El actor cuenta que para prepararse el personaje pasó noches en las calles de Buenos Aires.

Es ahí, por las noches [o casi], cuando El Marginal estaba previsto que fuese emitido. Por eso se estructuró como una producción de treinta capítulos de media hora de duración. Sin embargo, al final se condensó en trece capítulos de cincuenta minutos para una mejor exportación a otros mercados audiovisuales.

El Marginal es un producto arriesgado y crítico que resulta extremadamente raro que se albergue en una televisión pública. La extremada dureza, el tono sórdido y el lenguaje soez son las señas de identidad de este drama carcelario.