(O) OPINIÓN "Campaña electoral 2023" Ab. Juan Pablo Sansur Ode
Estamos en las postrimerías de un proceso electoral, se vislumbran campañas millonarias, resulta un imperativo el control del gasto electoral por parte del CNE, ante ello debemos remitirnos a las expresiones vertidas por parte del ex candidato presidencial colombiano ya fallecido Carlos Gaviria “el que paga para llegar, llega para robar” además agregó lo siguiente: “cuando un candidato invierte millones y millones en su campaña: no es un candidato, es un empresario y como empresario cuando sea autoridad solo pensará en sacar lucro, provecho y en lo que menos pensará… será en la gente”, lo que prima en una campaña electoral ya no es la propuesta, ahora prevalece lo vacuo, lo fútil, lo superficial sobre lo portentoso y lo trascendental, los candidatos están preocupados solamente en llegar, pero cuando llegan a ser autoridades no tienen un programa de gobierno consolidado y acodado razón por la cual fracasan en el ejercicio de sus funciones, se dieron muchas expectativas en cuanto a este mandatario y al final del día vemos que el estribillo del empresario exitoso ya en la administración de la cosa pública no se plasma en resultados exitosos y tangibles, por lo tanto quien ejerza un cargo público debe ser político y manejar con sapiencia e inteligencia la cosa pública, en otras palabras saber capear el temporal.
Palpamos y observamos mucha improvisación en nuestra clase política, pero siempre hay la excepcionalidad, la generalización resulta dañina y proterva, ante ello debemos saber elegir en las próximas elecciones, muchos de los candidatos no todos tienen pasados judiciales turbios y siniestros, un pueblo que elige a corruptos no es víctima, es cómplice y desgraciadamente estamos a merced de políticos que en muchas de las ocasiones son inescrupulosos, los cuales han llegado por el vaivén de las circunstancias políticas más no por las capacidades y por qué no decirlo por la tan mentada, cacareada y degradada palabra que se llama meritocracia la cual es una quimera y una argucia en la política, el ejercicio de la cosa pública debe darse con ética, con mística, con devoción y con amor también, hay indolencia también por parte de la ciudadanía en cuanto a los recursos públicos que les pertenece, pues la permisibilidad se da en cuanto al concepto siguiente: “roba pero hace obra”, esto transgrede los parámetros y los conceptos de honestidad.
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