OPINIÓN Por: Alberto Salvador, Plan RC
(O) OPINIÓN
"PLAN RC"
Por: Alberto Salvador
Continuando con al análisis de las propuestas de los candidatos presidenciales finalistas, me remito a los planes de trabajo formalizados ante el CNE por cada binomio. Estos deben sujetarse a los lineamientos que impone dicho Consejo y deberían ser explícitos y concretos para comunicar al electorado lo que esperaría, en caso de ser electos.
La llamada Revolución Ciudadana, que es la versión actual del Socialismo del Siglo XXI, gobernó por 10 años y al decir de su candidata a presidente, “ya lo hicieron, saben cómo hacerlo y lo volverían a hacer”, lo cual nos remite a los hechos vividos, para entender la forma de gobernar que se repetiría. Cabe entonces, hacer una comparación entre los enunciados ofrecidos y sus ejecutorias.
Inicia el plan, enunciando “La década ganada por la Revolución Ciudadana entre 2007 y 2017 nos mostró que es posible vivir bien: en paz, con justicia y democracia. La venganza del neoliberalismo en los últimos 7 años intenta cerrarnos el paso…”
“Por eso hemos convocado contra la violencia del neoliberalismo criminal que se ha tomado el país. Contra el odio y los ataques de la derecha rabiosa que ya se ve derrotada y se aferra al poder. Contra el proceso destituyente de la traición que desinstitucionalizó el Estado en favor del caos de las mafias oligárquicas, optaremos por un proceso re-constituyente de democracia participativa, que recupere las instituciones para el poder popular, el pueblo soberano….”
Contradictoriamente, luego de hacer una declaración de guerra contra el “neoliberalismo criminal”, desarrollan un plan “pacifista” que se resume en doce OBJETIVOS, todos vinculados a la JUSTICIA, y que en total suman 459 promesas. Inicio refiriéndome al punto 4 “Justicia justa contra la corrupción” por su nombre sugestivo y considerando las innumerables causas de corrupción que se originaron en la década socialista.
El preámbulo reza: “Nuestro país necesita con urgencia luchar contra la corrupción con un sistema de justicia que funcione con pleno respeto a los principios de sujeción a la Ley y la Constitución, imparcialidad, integridad, corrección, equidad, competencia y diligencia, en el cual cada persona tenga igualdad ante la ley y en aplicación de la ley y sea tratado con dignidad y equidad.” Para alcanzar este objetivo, prometen, entre otros:
“143. Garantizar el principio de independencia de las Funciones del Estado y generar las condiciones desde la ciudadanía para un Pacto por la Justicia Independiente e imparcial…”
“148. Reivindicar la independencia y la imparcialidad de los jueces, fiscales y defensores públicos dotándoles de mecanismos efectivos para que puedan comunicar por medios idóneos, al Consejo de la Judicatura, presiones a la hora de resolver asuntos que se sometan a su decisión.”
“151. Promover una cultura anticorrupción a través de políticas de prevención, fortalecimiento institucional y apoyo a su sanción justa y socialmente efectiva.”
“152. Fortalecer los marcos legales y regulaciones. Establecer normas sólidas que penalicen la corrupción y el crimen organizado, y promover su cumplimiento efectivo...”
“154. Promover la trasparencia y la rendición de cuentas. Implementar medidas que fomenten la transparencia de la gestión pública y privada, así como la rendición de cuentas de los funcionarios y lideres empresariales….”
“156. Incautar y confiscar activos ilícitos. Implementar políticas y medidas que permitan la incautación confiscación de activos y bienes obtenidos de manera ilícita por actos de corrupción y delincuencia organizada, y destinarlos a programas de desarrollo social y lucha contra estos delitos.”
“175. Reconocer los derechos de todas las personas y colectivos que han sido perseguidos políticos”
Estas promesas de justicia contra la corrupción, distan mucho de la realidad que vivió el país cuando el SS XXI gobernaba. La metida de mano a la justicia no termina hasta ahora.
¡JUZGUEN USTEDES!
Por: Alberto Salvador
albertosalvador9@gmail.com
Septiembre 21 de 2023
