Vacunas contra la influenza se aplican en todo el país

Vacunas contra la influenza se aplican en todo el país

La campaña nacional de vacunación contra la influenza se desarrolla de forma simultánea al proceso de inmunización contra la COVID-19, en Ecuador. Las dosis están disponibles en todos los centros de salud.

Esta campaña liderada por el Ministerio de Salud Pública (MSP) está dirigida a niños de 6 a 11 meses, de 1 a 4 años, mayores de 60 años, embarazadas, mujeres en puerperio (post parto), personal de salud de la Red Pública Integral de Salud (RPIS) y de la Red Complementaria (RPC), cuidadores en centros de atención a adultos y niños, personas con discapacidad, población de 5 a 64 años con enfermedades crónicas e inmunosupresión y Personas Privadas de Libertad (PPL).

En el país se estima aplicar 5.833.854 dosis de la vacuna contra la influenza. Para la campaña, el Gobierno Nacional, a través de esta cartera de Estado, adquirió 6.064.800 vacunas para adultos y niños. Además, cuenta con el personal capacitado para aplicar las dosis en 1.900 centros de salud y brigadas móviles.

La Estrategia Nacional de Inmunizaciones (ENI) estableció lineamientos técnicos basados en evidencia científica reciente. Se prevé la coordinación con instituciones públicas y privadas con el objetivo de contar con un censo de la población asignada a cada centro de salud, establecimientos de cuidado infantil, casas asistenciales del adulto mayor, Centros de Desarrollo Infantil, modalidad Creciendo con Nuestros Hijos (CNH) y establecimientos educación inicial de cada localidad.

La campaña nacional contra la influenza busca disminuir la incidencia de infecciones respiratorias y evitar complicaciones o muertes por esta enfermedad en grupos vulnerables. La infección en menores de 59 meses, adultos mayores y personas en situación de riesgo (enfermedades graves subyacentes o patologías crónicas) puede ser peligrosa y provocar neumonía grave. Lo mismo ocurre con embarazadas y personas con inmunodepresión.

La vacuna contra la influenza puede ser administrada el mismo día que se aplique la dosis contra la COVID-19. Una puede colocarse en el brazo derecho y la otra, en el izquierdo.

El personal sanitario está en mayor riesgo de contagio y puede generar transmisión del virus a otros. El tiempo de incubación es de dos días promedio. La hospitalización y fallecimiento por esta causa es más frecuente en los grupos de riesgo.

La influenza es una infección viral que afecta a algunos órganos del aparato respiratorio, entre ellas, nariz, garganta y bronquios. Ocasionalmente afecta a los pulmones. Su transmisión se realiza por medio de gotículas (pequeñas partículas que se expulsan en tos o estornudos) o por las manos infectadas, por lo que puede propagarse y producir epidemias estacionales. Los síntomas más frecuentes son dolor del cuerpo, cabeza, tos seca, dolor de faringe, rinitis, fiebre (alta) y malestar general. Duran una semana.

La pandemia no ha terminado. A esto se suma el número de personas que se han negado a vacunarse y la falta de medidas de bioseguridad, por lo que además estamos en riesgo frente a la presencia de la nueva variante Ómicron.

En este sentido, las autoridades nacionales recuerdan que la mejor manera de estar protegidos es acudir a vacunarnos. Esto combinado con el lavado de manos con agua y jabón, el uso correcto de la mascarilla en toda reunión o lugar. Además, es importante el distanciamiento físico, mínimo de dos metros, especialmente, con aquellos que no están dentro de su núcleo familiar.