La resistencia indígena siempre ha puesto en jaque al gobierno en Ecuador

La resistencia indígena siempre ha puesto en jaque al gobierno en Ecuador

El movimiento indígena dejó de ser un referente cultural hace muchos años atrás y se ha convertido en una poderosa fuerza política-popular que en menos de una década logró la caída de tres presidentes y lideró manifestaciones a nivel nacional que puso a temblar al ex presidente Lenín Moreno.

En el año 2019 la ciudad de Quito se transformó en una zona de conflicto, la capital de los ecuatorianos fue el punto del descontento social en Ecuador, cerca de diez días el movimiento indígena se convirtió en la principal fuerza social en las calles y logró hacer reversar al presidente Lenín Moreno al derogar la más controvertida política del ‘paquetazo económico’: la polémica política de retiro del subsidio a los combustibles, que hasta el momento sigue provocando daños económicos a los pequeños y medianos productores.

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...“El gobierno le tiene terror a las protestas”, enfrentar las movilizaciones con mano dura llevó a Moreno a un endurecimiento de la posición de estos grupos y a episodios de represiva violencia que derivó en la muerte de siete personas, incluido un líder indígena y dejó 1.340 heridos y 1.152 detenidos, según la Defensoría del Pueblo...

Las poderosas marchas que lideraron los indígenas, que durante más de una semana abandonaron sus provincias y llegaron hasta la capital ecuatoriana para presionar al gobierno, tienen en el pasado, una historia de poderosa lucha que, en alianza con militares y otros sectores civiles, logró derrocar a tres presidentes.

La eliminación de los subsidios a los combustibles golpeó a los sectores más humildes del país, que vieron subir en un 123% las tarifas de los combustibles y los bienes que dependen de ellos para transportarse. Entre ellos a los cerca de 1.4 millones de indígenas que se encuentran en la pobreza y representan algo más del 8% de la población del país, según datos de junio del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

Desde hace décadas, los indígenas dejaron de ser postales de tradición y marginación para convertirse en actores que cambiaron el curso del país y en esta ocasión ratificaron su influencia como uno de los actores políticos de mayor influencia en la escena pública de Ecuador.

El movimiento indígena: una fuerza de choque que derrocó a tres presidentes y al parecer va por el cuarto.

Para entender la poderosa influencia del movimiento basta revisar la historia reciente de Ecuador. En diciembre de 1996, el gobierno del presidente Abdalá Bucaram anunció lo que se conocería como el ‘paquetazo de año nuevo’, que incluía iniciativas económicas como el congelamiento del salario mínimo y el aumento del precio de los pasajes.

A principios del año siguiente, la insatisfacción de una buena parte de la sociedad estalló. Varios sectores se lanzaron a las calles a protestar. Sindicatos, estudiantes, y el movimiento indígena encabezado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), se abrieron paso en las principales calles de la capital para sentar su voz de protesta.

Y su efecto no tardó en hacerse sentir. En febrero de 1997, con las movilizaciones en su punto máximo de ebullición, el Congreso Nacional destituyó al presidente. Tres años después, el 21 de enero del 2000, militares de rango medio en alianza con varios grupos indígenas terminaron con el gobierno de Jamil Mahuad. 

El mandatario había emprendido drásticas medidas económicas como el aumento de las tarifas de los combustibles y la más radical de todas: la dolarización de la economía. Así, el sucre, la moneda ecuatoriana, vio su fin.

La CONAIE, que ya había tomado fuerza en las movilizaciones que derrocaron a Bucaram, Mahuad, Gutiérrez y actualmente al presidente Lasso están obligando a retroceder en un punto cumbre de sus reformas.

Para entonces, Pachakutik, movimiento político que se fundó en 1995 para representar los intereses de la CONAIE, empezaba a asentarse con más fuerza en la escena pública.

Un lustro después, en 2005, otra masiva movilización en la que tomó parte el movimiento indígena y a la que como en esta ocasión, se sumaron más sectores civiles, conocida como “rebelión de los forajidos”, terminó con la salida del entonces mandatario, Lucio Gutiérrez, a quienes los mismos grupos indígenas le allanaron el camino para su ascenso.

“Gutierrez traicionó a los grupos indígenas”, el entonces presidente traicionó la agenda con la que fue elegido para formar un gobierno, que fue perseguido por acusaciones de nepotismo y corrupción. El 13 de abril al 20 de abril de 2005, en la capital ecuatoriana, las fuerzas militares “siguiendo el mandato del pueblo”, le quitaron el respaldo y en una tarde lluviosa en Quito, Gutiérrez abandonó el edificio del gobierno en un helicóptero.

La resistencia y el colectivo, la base del éxito del movimiento indígena

A pesar de que aquellos gobiernos cayeron en circunstancias diversas, el terreno en común fue el relevante protagonismo que tuvieron los grupos indígenas al reunir todo el descontento social y traducirlo en potentes movilizaciones que llevaron a su salida.

Y a pesar de que el “movimiento indígena dejó de movilizarse en las proporciones que hemos estado acostumbrados años atrás" hoy vemos todo lo contrario, miles de manifestantes indígenas llegaron en estos días a la ciudad de Quito en camiones, camionetas, caminando y han decidido movilizarse en conjunto, cohesionados, asumiendo el problema como si fuera de todos por las medidas económicas y decretos que afectan al crecimiento del país.

Cuando el sector del transporte, que dio la primera puntada al gobierno de Moreno después del anuncio del ‘paquetazo’, pasó a un segundo plano, los indígenas asumieron el liderazgo de las movilizaciones y trazaron la misma estrategia que antaño utilizaron: desplazarse desde sus provincias hasta la capital para presionar al presidente. 

...Resistiendo a fuerza de tradición y respeto por lo colectivo. Después de todo, la resistencia es su forma de lucha, es el legado que recibieron de sus antepasados y lo que los mantuvo en pie de lucha en los días más críticos de la aguda crisis política. "No vamos a parar hasta que alcancemos nuestra meta. Hasta que alcancemos nuestra meta. Y nuestra meta es la derogación inmediata del decreto 883. Pero ahora estamos siendo reprimidos”, dijo hace unos días el presidente de CONAIE, Luis Vargas, revalidando su ancestral postura...

“Su forma distinta de organizarse nos recuerda siempre de dónde venimos, tienen un simbolismo inmenso, están cargados de humildad y es que ellos desde 1990-1992 empezaron a organizarse como una fuerza política, quería participar de los parlamentos, llevaban mucho tiempo siendo una postal de pobreza, querían ser sujetos políticos y no solo referentes culturales”.

La diferencia en esta ocasión fue que los militares se mantuvieron del lado de Moreno y reprimieron con fuerza a los manifestantes, al parecer en esta ocasión también los militares de alto rango salieron a dar un comunicado dando a conocer su respaldo al gobierno de Lasso.

Sin duda los indígenas son parte de la población más pobre, pero una de las más determinantes cuando se trata de defender los derechos colectivos ante un gobierno de turno que menosprecia el aporte de este grupo social.

A la mayoría de los ecuatorianos no les simpatiza que el FMI se entrometa en la economía, porque sienten que ellos son los que gobiernan a costillas de un presidente de turno.

Los cerca de 1, 4 millones de indígenas que representan poco más del 8% de la población según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos del país, viven en condiciones de marginación y pobreza, dentro de su historia en los 500 años de resistencia.

Los manifestantes participan en una fuerte protesta contra las medidas de austeridad del presidente de Ecuador , Guillermo Lasso, quien ha hechos dos decretos oficiales pero lleno de inconsistencias jurídicas, entre ellas el allanamiento a la Casa de la Cultura Ecuatoriana, y transformándole en un cuartel policial y militar para evitar el alojamiento de las comunidades indígenas en el margen de las movilizaciones nacionales este 2022.

Lasso está midiendo fuerzas entre el poder del estado y el poder social, especialmente, de la autoridad indígena, y sabe que salió ileso de ella, cuando fue apresado en Latacunga y puesto a libertad después de 24 horas.

El destino que se prevé para Lasso en esta convulsionada movilización en Ecuador quedará por verse, porque cierto es que los ecuatorianos podrían padecer de todo, menos de amnesia.

Finalmente queda decir que la mayoría de ecuatorianos apoya al sector indígena por que en base a sus ideales alcanzan sus objetivos comunes y sociales.

Dejamos estos videos para recordar como fue en su tiempo las manifestaciones y actualmente las manifestaciones por parte de las comunidades indígenas de todo el país.

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