(O) OPINIÓN “Vocación” Por: Alberto Salvador

(O) OPINIÓN  “Vocación” Por: Alberto Salvador

El ser humano habita el planeta Tierra con una expectativa de vida que actualmente bordea los 70 años en el Ecuador. Para nosotros, mortales, es un espacio de tiempo bastante extenso, aunque si comparamos con los tiempos de los fenómenos naturales, por ejemplo, concluiríamos que es apenas un abrir y cerrar de ojos. Basta observar el entorno que nos rodea y entender que ha tomado millones de anos la formación de montañas, volcanes, mares, valles, etc. y toda la flora y fauna que le rodea. Volviendo la mirada a la especie humana, cabe reflexionar que todo lo que seamos capaces de realizar, lo tendremos que lograr dentro de ese corto espacio de tiempo que la vida nos conceda.

La siguiente reflexión debería ser, sobre cual es la mejor forma de aprovechar el tiempo de vida, considerando que la niñez y a vejez nos impondría limitaciones obvias, quedando apenas talvez 50 años en promedio, Dios mediante, para realizar esos sueños. Entonces, cuando el joven soñador cumpla la mayoría de edad, debería tomar sus primeras decisiones sobre su futuro, empezando por dedicar su capacidad a educarse en busca de una formación profesional que será la base para cristalizar sus sueños. Es en este momento en que cada individuo debe encontrarse consigo mismo y descubrir su VOCACION, que será el resultado de la sumatoria de capacidades innatas, habilidades, aspiraciones, sentimientos, etc.

La vocación es una inclinación a determinada forma de ver la vida y dejar huella en el corto paso por el mundo terrenal. Cada ser humano tiene un ADN propio y distinto a todos los demás, cuyo aprovechamiento será quizás la más importante decisión que le corresponda tomar. Esta crucial decisión puede tomar en algunos casos, varios años, llegando inclusive a la edad adulta. 

Es como un tesoro que esta guardado en lo más intimo de la persona, de cuya existencia no conoce nadie hasta que su propio dueño lo descubre y lo saca a flote. En ocasiones, los esfuerzos se desvían en otras direcciones por influencia de terceras personas, o por ilusiones pasajeras del mismo afectado, corrigiendo el rumbo más adelante.   

La oportunidad con que una persona descubra su vocación, le permitirá aprovechar el tiempo de mucho mejor manera, que siempre va a quedar corto, por muchos años que viva, lo que se entiende cuando ya es demasiado tarde. Una vez establecido el objeto de vida, derivado de la vocación descubierta, es hora de elevar anclas, izar las velas y enrumbarse hacia el objetivo, esperando tener buen viento y buena mar. 

Empieza la construcción de los sueños, construyéndolos ladrillo a ladrillo, superando dificultades, salvando obstáculos, sintiendo por momentos que no será posible alcanzar la meta, luchando contra la soledad, la falta de condiciones para concretar el proyecto en menor tiempo, sintiendo la incomprensión de propios y extraños, abandonando otras aspiraciones y obligaciones humanas, sacrificando su comodidad y la de su circulo familiar; en fin, librando dura batalla contra el mundo, que no siempre allanará el camino para el solitario caminante.

Esta es la historia de los hombres exitosos, en los pequeños y grandes proyectos de vida. Caso relevante y ejemplar, es el de don Rafael Sandoval Pastor, que por casi 103 años tuvo el privilegio de existir en esta bendita Tierra y poner muy en alto la estirpe mashca, forjada al calor de las entrañas del majestuoso volcán. 

Ejemplar ciudadano que vivió lo que predicaba, poniendo por delante los valores inculcados por sus padres. Su vida fue una demostración de sacrificio, perseverancia, sencillez, honestidad y dignificando al periodismo, ejercido con transparencia, puesto al servicio de su comunidad.

¡DIOS LE TENGA EN SU GLORIA!

(O) OPINIÓN 

“Vocación”

Por: Alberto Salvador

Redacción Central 

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