Un joven empresario, el nuevo presidente de Ecuador

Un joven empresario, el nuevo presidente de Ecuador

Con 35 años, Daniel Noboa se convierte en el presidente más joven en la historia de Ecuador, confirmando el anhelo de cambio de un país golpeado por el crimen y problemas económicos.

Noboa, del partido Acción Democrática Nacional, ganó las elecciones del domingo con el 52,1% frente al 47,9% de Luisa González, quien reconoció la derrota cuando ya la tendencia era irreversible.

“Los datos los consideramos irreversibles y virtualmente Ecuador tiene como presidente a Daniel Noboa”, dijo Diana Atamaint, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE).

“Esto era un proyecto político improbable cuyo fin era devolverle la sonrisa, la paz a un país”, afirmó Noboa al celebrar la victoria.

“Mañana empezamos a trabajar por un nuevo Ecuador, para reconstruir a un país golpeado por la violencia, la corrupción, el odio”, añadió en un breve discurso.

Noboa, que tendrá un mandato de apenas un año y medio hasta las elecciones de 2025, ha dicho que su prioridad será atajar la ola de violencia que azota al país, atribuida a bandas del narcotráfico.

En ese sentido, ha propuesto medidas como retener a los reos más peligrosos en barcos-prisión y usar tecnologías como drones y radares para combatir el crimen organizado en zonas fronterizas donde se concentra el narcotráfico.

Sin embargo, Noboa sólo tiene 12 de los 137 escaños en la Asamblea Nacional, por lo que requerirá hacer alianzas para poder cumplir sus ambiciosas propuestas en el corto plazo de su mandato.

La victoria de Noboa supone un revés para el correísmo, movimiento liderado por el expresidente Rafael Correa y cuyo candidato ha perdido dos segundas vueltas consecutivas.

Muchos analistas apuntan que el electorado joven optó esta vez por un cambio y por dejar atrás la polarización izquierda-derecha que ha dominado la política ecuatoriana.

Noboa, con su juventud y discurso conciliador, logró captar ese anhelo de cambio generacional. Sustituye al presidente saliente Guillermo Lasso, de 67 años.

“Necesitábamos sangre nueva y no esa vieja política que nos hizo tanto daño”, dijo el estudiante Eduardo Chávez, de 23 años.

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