(O) OPINIÓN "ASALTO" Por: Alberto Salvador

(O) OPINIÓN  "ASALTO" Por: Alberto Salvador

La Corte Constitucional ha dado su conformidad para que prosiga el juicio político propuesto por la alianza SS XXI, PSC y alas rebeldes de PK e ID. Dios los crea y ellos se juntan. Es fundamental comprender que la Corte no tiene competencia para valorar las pruebas que deberán ser actuadas en el debido proceso a que tiene Derecho el acusado. Mas bien, es una calificación de forma, establecida en la Constitución, como cumplir con el número de asambleístas que proponen el juicio y singularizar los cargos que deben estar tipificados en la Carta Magna como causales para enjuiciamiento.

Este juego político perverso, obedece a las ambiciones de una clase política fracasada, pues llevamos 52 años de ser engañados por un puñado de caudillos que han decidido sobre nuestros recursos, que en los últimos 15 años han superado los 450,000 millones de dólares y seguimos careciendo de servicios de salud, educación y seguridad, que son las obligaciones primarias del Estado. 

Este modelo político está agotado y no tiene alternativas. Parte fundamental de este experimento que empezó en 2007 es la Constitución que nos clavaron por mandato de Fidel y su obscuro grupo de “progresistas” fracasados en la región. Ahí está fraguado el modelo que les permite abusar de la función pública y tener la impunidad garantizada por la ubicación estratégica de compañeritos en las entidades de control.

El episodio que estamos viviendo, que atenta contra nuestra endeble Democracia, se origina en armas letales que se esconden en la Carta Suprema, como es el juicio político que, como su nombre lo indica, es un seudo juicio en donde impera la dictadura de la mayoría, sin reglas formales como en cualquier litigio sometido al poder judicial. 

Se agrava la capacidad de desestabilizar la democracia, al fungir de “jueces” un puñado de angelitos que se disputan la mala imagen por las travesuras que, directa o indirectamente, han hecho en su vida política, solos o en asociación con los miembros de su desprestigiada agrupación.

Este poder de destitución, con o sin pruebas, en manos de una clase política obsesionada por el poder, se convierte en el más peligroso foco de desestabilización que se sobrepone a los caros intereses de la mayoría de ciudadanos que nos pronunciamos en las urnas. Para cerrar el círculo de ABSURDISTAN, vemos absortos, que ostentan estos puestos de jueces, personajes tristemente célebres, carentes de calidad moral para señalar ni con el dedo a ningún conciudadano y mucho peor juzgarle imponiéndole hasta la destitución, contrariando la voluntad popular, sin perjuicio de que sea responsable ante los Tribunales de la Republica en caso de violación de las normas que rigen su mandato, sometido a juicio imparcial, garantizando el debido proceso.

Como si esto fuera poco, debemos correr el telón de este teatro de marionetas para identificar los titiriteros, que tienen muy claras pretensiones. Por un lado, están quienes defienden intereses ocultos de grupos vinculados al narcotráfico desde inicios del siglo, o tienen cuentas con la justicia, siendo en algunos casos fugitivos, o encausados en procesos detenidos por su ausencia, y por otro lado están aquellos que quieren “recuperar la Patria” para llevarse lo que no pudieron en el primer intento. 

Entonces, podemos armar el rompecabezas y comprender la obra que han montado las fuerzas antidemocráticas en contubernio con anarquistas que desesperan por pescar a rio revuelto.

Aunque el “juicio político” en condiciones ambiguas sea permitido por la Constitución, en manos de personajes desesperados por el poder se convierte en grave amenaza a la estabilidad democrática, que mucho sudor y lágrimas nos ha costado. Rechacemos las intenciones de asaltar el Poder.

¡RESPETEN LA VOLUNTAD POPULAR!

(O) OPINIÓN 

"ASALTO"

Por: Alberto Salvador

albertosalvador9@gmail.com

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