(O) OPINIÓN "VERGÜENZA" Por: Alberto Salvador

(O) OPINIÓN  "VERGÜENZA" Por: Alberto Salvador

Apenas faltan 20 días de campaña para que el ejército de candidatos exponga sus virtudes, propuestas, promesas y capacidades para manejar los destinos de los gobiernos seccionales. Ni siquiera ha sido posible identificar con certeza los candidatos y los partidos auspiciantes, peor aún lo de fondo como ideología, planes de trabajo, hojas de vida, antecedentes judiciales y laborales, etc., que es lo mínimo que cualquier institución tendría el derecho a conocer antes de entregar el manejo de su patrimonio, recursos, prestigio y futuro, a un charlatán. A pesar de esto, el 5 de febrero próximo, el pueblo deberá escoger de las limitadas opciones a las personas que tendrán a su cargo los pequeños feudos de poder por cuatro años.

Dejando constancia de la más enérgica protesta ante el Consejo Nacional Electoral y toda la clase política que manipula el proceso democrático a sus conveniencias, lo cual distorsiona la voluntad popular, no tenemos más opciones que razonar sobre el paupérrimo menú de opciones que tenemos delante. Sería necesario, primeramente, definir el perfil del candidato que buscamos para cada puesto. Las cualidades que los ejecutivos cantonales y provinciales más importantes deberían ostentar, serian visión, capacidad ejecutiva, preparación para ejercer los encargos en materia laboral, legal, política y contratación pública, liderazgo, honradez y capacidad para escuchar a sus mandantes.

Los requisitos que establece la Constitución de la Republica son básicos pero incompletos, pues dejan muchos agujeros por donde se filtran personajes que no tienen calidad moral para presentarse ante la ciudadanía. 

Mientras no pesen sobre ellos sentencias firmes y ejecutoriadas, ostentan la calidad de impolutos y pueden usar a su favor la falsa calidad de “perseguidos políticos” que un segmento del electorado premia con su voto. Así, tenemos personajes con posibilidades de tener el voto mayoritario, a pesar de portar grillete, tener medidas cautelares, ser acusados por la Fiscalía, estar llamados a juicio o tener sentencia de primera instancia, que si bien no determinan su condición de delincuente, ponen en entredicho su calidad moral, que debería ser requisito “sin equa non” para manejar fondos públicos.

Los Partidos y Movimientos, deben ser responsables por los candidatos que han inscrito, previo a lo cual deberían haber investigado su hoja de vida y ejecutorias.

Vergonzosamente, esto no ocurre debido a intereses ocultos que priorizan llegar al poder para satisfacer aspiraciones personales o de grupo. Esto se evidencia en partidos “reconocidos” que cierran sus ojos y tapan sus oídos para ignorar las graves acusaciones y cuentas con la justicia que tienen sus elegidos, prefiriendo engañar al pueblo y acceder al poder, convirtiéndose en cómplices y encubridores de las irregularidades que hubieran cometido sus apadrinados

La manera de frenar esta ola de sinvergüenzas que van detrás del poder con intenciones dudosas, es ejercer el voto de manera responsable, castigando a quienes ostentaron funciones públicas y demostraron su falta de idoneidad para ejercer el cargo. No deberían ser candidatos hasta que no resuelvan sus cuentas con la justicia pues mantienen la calidad de presuntos delincuentes y presuntos inocentes, mientras no exista fallo definitivo.

El veto del elector también debe ejercerse ante la falta de honestidad o preparación para ejercer las funciones aspiradas. La hoja de vida de cada aspirante debe ser publica e intachable, demostrando trabajo y honestidad.

Tampoco es posible dar el voto a un desconocido “para ver qué pasa” pues el tiempo perdido no se recuperará jamás, mientras que la población necesita progresar y los escasos recursos públicos deben ser manejados por personas capaces, honradas, ejecutivas, visionarias, que trabajen en función del bien público y ejerzan el poder con transparencia. 

¡VETO A LOS SINVERGÜENZAS!

(O) OPINIÓN 

"VERGÜENZA"

Por: Alberto Salvador

albertosalvador9@gmail.com